viernes, 11 de abril de 2008

Mi amigo Nico Awstin


Mi amigo Nicolás Awstin. (Y su receta del Mega Flan de Dulce de Leche)

Queridos amigos y seguidores de este blog, hoy inauguramos aquí la sección “Ilustres desconocidos de la gastronomía”, que a su vez también fue uno de los motivos por los cuales comencé este Web site.
Decimos “desconocidos” por aquí conocerán a las personas que no salen en la TV ni en las revistas del medio, que la gente que no vive este rubro desde adentro nunca se enterará de su existencia, a menos que visiten este sitio.
Son aquellos que por diferentes razones sudan la camiseta de una u otra forma; que por distintos motivos, todos ellos válidos, recalaron en esta profesión. Algunos casi sin proponérselo, pero ya están en este baile, y créanme que bailan.
Ellos son Chefs (Jefes de cocina que no dejan de ser cocineros), cocineros, pasteleros, ayudantes y bacheros; bartenders, Maître (jefes de salón que no dejan de ser mozos), mozos/camareros y comises (aspirantes que algún día serán también mozos/camareros)

Hoy voy a contarles de mi amigo Nicolás, que dicho sea de paso hace muy poco que lo considero como tal, quizás porque también hace muy poco que lo conozco.
Nicolás entra en esa clase de personas que cuando uno se las cruza en la vida dice “que tipo raro”, pero entra en otra categoría aún mas importante, la de “un buen tipo”.
Es una buena persona, no porque lo diga yo, es su naturaleza.
Es un pibe raro porque no siempre se muestra tal cual es, seguramente como un mecanismo de defensa.
Es un tipo curtido por la vida, no le debe haber pasado nada extraordinario como a cualquiera de nosotros, pero esta curtido, y vaya como!
Y sabe tan bien lo que esta mal, que cuando lo hace es imposible objetarle algo, porque nunca jamás pone en riesgo a nadie mas que el, y no arrastra a nadie a seguirlo.

Es una clara definición de “vivir hoy y ahora, mañana no sabes que puede pasar”
El acciona siempre de buena fé, y eso lo hace inimputable, haga lo que haga. Va por la vida libre de culpa y cargo, viaja siempre liviano con su pantalón de gimnasia y su gorra (le conozco 2, una se la pedí de regalo) por la vida…

Me estaba yendo por las ramas, el punto es que Nico también es pastelero, de los que aún no cursaron la carrera, pero aprendió desde cero, desde la posición mas sacrificada que tiene la cocina que es la bacha, donde todo pasa mugriento y lleno de pecados; y sale limpia como agua del deshielo (aprovechando el paralelismo ya que estamos en Ushuaia)

Entro un día en la bacha de Chez Manu (desconozco los motivos), y luego de 8 meses de irse último (2.30 AM aproximadamente) no se que le vieron, que comenzaron a enseñarle como se hacían las entradas (o entrantes)
No se con exactitud cuando y porque fue que paso a la pastelería, y mal o bien aprendió la carta completa (les recuerdo, restaurante francés en plena temporada alta de turismo) y sus mecanismos. Sin duda que hizo agua varios días, hasta que comenzó a trabajar como un pastelero hecho y derecho, pero el tipo llego ahí y se quedo firme, como rulo de estatua (le encanta cuando hago comparaciones de este tipo)

Y ahí lo conocí yo, aunque es un compañero bien dispuesto a la hora de colaborar con lo que sea en el sector “calientes” (los platos principales)

Si tenemos una mesa grande de varios comensales, Nico siempre está preguntando si hay que hacer alguna “quenelle” o colocar algún puré y/o guarnición.

Ojo que no es tampoco un cervatillo que corre libremente por la pradera en busca de pastos jóvenes para dormir una siesta… Personalmente creo que Nico irá directamente al infierno, sin escala alguna, como la mayoría de nosotros (me incluyo sin dudarlo)
Alberto Nicolás Awstin tiene una marcada y profunda debilidad por el Fernet; y, creo, en menor medida por la cerveza. La noche lo tienta, lo desafía; y el que es muy cojonudo, siempre da batalla. Ha ganado varias veces…

Por un vaso de Fernet es capaz de cortarte las manos con una cuchara, o lo que es peor, cortarse sus propias manos. Cuentan la leyenda que una vez (o varias veces) se clavó 11 al hilo, uno atrás del otro como botón de camisa (decía mi viejo). Si señor, once! Ni uno mas, ni uno menos.
Cuando hacemos turno cortado (mañana y tarde) de cuando en cuando se autodetermina un franco, no es joda tomarse medio litro de fernet, acostarse a las 8 AM desorientado y perdido, con la cabeza totalmente dominada por aquella gloriosa ingesta; y tener que presentarte a las 11.30.
Pero el tipo a la tarde, a conciencia, entra un par de horas antes y cuando empieza el despacho tiene toda su mise en place en condiciones y no le falta ningún postre.
”¿Qué paso Nico?” (le pregunto cuando lo veo a la tarde, luego de su ausencia matutina)
”Sin cabeza” responde elocuentemente, acompañado por una imagen de destrozo interno que se deja deducir por su cara, mientras se acomoda su gorra.
Eso es lo que lo hace inimputable, el hecho de que vaya antes de su horario a enmendar la cagada consumada. Otro en su lugar ni aporta, y llega al turno tarde con una excusa de dolencia física o alguna pavada similar.
A favor de el, para que no piensen que disfruto defenestrarlo (aunque si lo disfruto) digo que no siempre se “auto franquea”, llega como puede y se la aguanta como hombre que es (o al menos eso dice)

Nicolás es un tipo íntegro, muy zorro, observador y siempre sabe como y donde pararse; también sabe cuando tocar retirada. Es reservado en muchas de sus cosas, y eso lo hace todo un caballero.
Demás esta que diga que es muy divertido, y que me ha hecho llorar de la risa.
Tiene códigos, y generamos a su vez nuestro propio código.



El flaco merece todo mi respeto, se lo ha ganado con su proceder.
En breves comienza sus estudios en una escuela de cocina en Capital Federal, donde seguramente dejará también su huella. Le va a ir bien, sabe que necesita ese papel que acredite sus conocimientos para poder seguir en este rubro.

Nico es mi amigo, uno de los mas nuevos que me regalo mi profesión (y Ushuaia)
Hace las cosas con buena leche. Es un buen tipo, ya lo mencioné antes; y yo lo aprecio por como se abre camino sin resentimientos.
Pasamos la Navidad 2007 y la víspera del Año Nuevo 2008 y cuando brindamos, para mis adentros pedí que le vaya bien; muy bien. Se lo merece.

Aquí va de nuevo mi copa por este gran tipo, gran compañero, y dentro de poco, gran pastelero.

Disfruten del flan que esta a continuación, es fácil y vale la pena cada bocado.

Los saludo yo, desde El Fin del Mundo, en este paraíso que se llama Ushuaia.
Con afecto, como siempre.
EL VASCO ARISTIZÁBAL

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